Pensamos en propiciar un modelo de autoconstrucción que pueda ser llevado a cabo por los pobladores de cualquier zona rural, a través del estudio de caso del corregimiento El Salado en Carmen de Bolívar, el cual sería desarrollado utilizando técnicas y materiales de la región para hacerlo sostenible y viable en términos económicos. El modelo consta de tres partes: en primera instancia el desarrollo de talleres con las personas de las veredas de El Salado que nos permita reconocer los materiales de la región y su uso. Segundo, revisar las técnicas de construcción para poder proponer un método de mejora de las mismas y enseñarlo. Y, tercero, con el premio del concurso, dar un capital semilla para mejorar alguna de las carencias que presentan las viviendas. El capital semilla es el incentivo y motor para que las familias inicien el proceso de mejoramiento de vivienda, que se valdría de unos mejores métodos de construcción y el desarrollo de una vivienda planificada.